Este caldero de cobre con asa de hierro forjado no es un simple objeto: es un trozo de historia que ha sobrevivido al tiempo. Su pátina natural, el tacto del metal envejecido y la fuerza de su asa nos hablan de hogares rurales, de fuego lento y de autenticidad.
Hoy se reinventa como pieza decorativa: perfecto para usar como macetero, centro con flores secas o, simplemente, como objeto único que aporta carácter a cualquier rincón.
Porque en Atelier Delanika creemos que la belleza está en lo imperfecto, en esas huellas del tiempo que convierten lo común en extraordinario.
Medidas: 21 cm (alto) x 32 cm (diámetro).
Este caldero de cobre con asa de hierro forjado no es un simple objeto: es un trozo de historia que ha sobrevivido al tiempo. Su pátina natural, el tacto del metal envejecido y la fuerza de su asa nos hablan de hogares rurales, de fuego lento y de autenticidad.
Hoy se reinventa como pieza decorativa: perfecto para usar como macetero, centro con flores secas o, simplemente, como objeto único que aporta carácter a cualquier rincón.
Porque en Atelier Delanika creemos que la belleza está en lo imperfecto, en esas huellas del tiempo que convierten lo común en extraordinario.
Medidas: 21 cm (alto) x 32 cm (diámetro).